top of page

1803 Barranquitas

Updated: Jan 24, 2022

Barranquitas est. 7 de diciembre de 1803: Como es común con todo municipio, mucho antes de fundarse un pueblo, ya existían personas habitando los predios. Los orígenes de Barranquitas remontan al S. XVIII cuando estos terrenos le pertenecían a Coamo y servían como un punto de descanso entre el poblado de Coamo y la Capital.


Entre estos dos municipios, se encontraba un camino real, y esta sección del camino se distinguía por sus características topográficas causadas por la erosión del terreno dado a los frecuentes aguaceros: Estas fueron sus barrancas o sus “Barranquitas”, por tal razón el primer nombre que recibe este municipio es “El Sitio de las Barranquitas”y se le reconoce así desde el 1792.


Fue un 30 de abril de 1803 que don Antonio Aponte Ramos, su capitán poblador, solicita la separación de Barranquitas al Teniente de Guerra de Coamo (Alcalde), Don Nicolás de Rivera para crear un nuevo pueblo en las tierras donadas por doña Sabina Alvarado de Colón y sus hijos. Su clima fresco, terreno fértil y fuentes abundantes de agua, y claro, la distancia entre éste y Coamo, fueron las razones primordiales para la creación de un nuevo municipio, y es un 7 de diciembre de 1803 que el gobernador Ramón de Castro oficializa su fundación mediante decreto.


Está todavía por confirmarse, pero se afirma que ya para el 1792 aquí existía una ermita dependiente de Coamo y que ésta se utilizó como interina luego de que se originara el pueblo de Barranquitas, en lo que se construía la parroquia oficial. Fue el Obispo de Puerto Rico, Juan Alejos de Arizmendi quien favorece la construcción de la parroquia, sin embargo, fue el párroco de Coamo, Toribio Gonzales Ezmurra, que por miedo a perder feligreses y ofrendas, se opone a su construcción y no concede los permisos.


Hay una leyenda que explica que, mediante una promesa, San Antonio de Padua intercedió a favor de la construcción de la nueva parroquia independiente, y fue mediante este Santo que Toribio sede y entrega los permisos de construcción. Más sobre esta leyenda cuando hablemos de la parroquia.


Población:

1807: 1,327 habitantes, 213 de estos eran esclavos.

1830: 3,585 habitantes con 93 casas y 5 bohíos en el pueblo y 248 casas y 220 bohíos en el campo.

1899: 8,103 habitantes

1940: 17,096 habitantes

1990: 25,605 habitantes

2010: 30,318 habitantes

2020: 30,082 habitantes


Economía:


S. XIX: Su economía estaba basada casi en su totalidad en una agrícola, ganadera y de subsistencia. Su producto principal era el café, para el 1814, se recogió 200 quintales de café, 200 cuerdas de plátano y 40 de caña. Para 1830, se recogieron unos 726 quintales de 221,000 pies dedicados a este producto, además de plátanos, arroz, maíz, caña de azúcar, rones, cítricas entre otros. Los productos eran enviados por mulas a los comerciantes exportadores de Ponce.


Para 1853, Barranquitas contaba con 14 trapiches de madera tirados por bueyes, 55 casas, 12 bohíos en el pueblo y una escuela pública; el maestro era Francisco de la Peña.


Este siglo se distingue por una alta cantidad de esclavos en Barranquitas, para 1858 la población negra era de 2,466, con 1,851 de ellos siendo mujeres, un 47.8% de la población total.


S. XX: Al entrar al nuevo siglo con el cambio de soberanía, se enfatizó la producción de tabaco. El café prácticamente se abandonó dado al paso del huracán San Ciriaco en el 1926 y que los intereses favorecieron el tabaco. Por tal razón, Barranquitas se destacó por su producción de este producto, y en los campos surgieron ranchos para el secado del tabaco y de pequeños fabricantes. Dado que la cosecha de gran escala era comprada por la “Consolidated Cigar Company” de Puerto Rico, en el 1935 Barranquitas produjo 1.24 millones de libras de tabaco, convirtiéndose en uno de los principales productores de la isla.


Para 1956, se impuso en P.R. un límite de producción de tabaco de 250,000 quintales por el Dept. de Agricultura y Comercio Federal, teniendo la capacidad de producir más. En 1974 había 80 agricultores en Barranquitas produciendo la cuota asignada de 6,575 quintales.


Para la mitad tardía de este siglo, también existía una pequeña economía hotelera con el histórico Hotel Barranquitas. Este luego se convirtió en el Centro del Leonisimo de Puerto Rico donde celebraban convenciones, seminarios entre otras actividades. Actualmente, se encuentra cerrado, pero hay interés del municipio para obtenerlo para convertirlo en un hotel nuevamente.


A finales de este siglo, Barranquitas también contaba con una economía industrial, ya que había 6 plantas manufactureras, pero estas no duraron mucho.


S. XXI: Actualmente, Barranquitas cuenta con una economía comercial/agrícola, cuenta con una variedad de restaurantes, hoteles, centros comerciales pequeños, y una producción pequeña de plátanos, café, cítricas, jengibre, tayote, guineos, otros frutos menores y su mayor cultivo: apio; esta última teniendo su propio festival.


Fechas Destacadas:

7 de julio de 1810: El primer esclavo registrado puesto en libertad por su amo, Pedro Collazo, fue Josef Juan. Este lo consigue luego de pagar unos 400 pesos por su libertad.

1825: El territorio que actualmente es Orocovis formaba parte de Barranquitas y este se separa

este año para formar el municipio que una vez se conocía como “Barros”.

1826: El Huracán Santa Ana destruye a 22 pueblos, incluyendo a Barranquitas y a su iglesia.

29 de junio de 1895: Un incendio en el casco urbano destruye 31 casas. La iglesia fue protegida por el hecho que de forma apropósito, se destruyeron 3 casas para prevenir alimentar el fuego aún más y evitar que el resto de los edificios se perdieran.

1903: Dado a la ley de consolidación de municipios, Barranquitas fue anexado por Barros (Orocovis), esta ley se deroga en el 1905, y Barranquitas readquiere su independencia.

1898: A medida que se complican las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y España, temiendo a la inminente guerra en PR, las renuncias y deserciones de los voluntarios criollos aumentaron. En Barranquitas, solo 12 se presentaron, el resto abandonaron sus armas.

14-17 julio 1959: Como parte del legado de la celebración del Primer Centenario del Natalicio de Luis Muñoz Rivera y la visión de don Ricardo Alegría se celebra una Feria de Artesanías en Barranquitas. No sería hasta 1961, con la creación del Centro Cultura Luis Muñoz Rivera, que el evento se convertiría en uno anual y se conocería como la Feria Nacional de Artesanías de Barranquitas,

1998: Se organiza el primer Festival del Apio.


Resumen Arqueológico de Barranquitas


Fuente de info

Libro: Puerto Rico Que Grande por Héctor Sanchez El Turistologo

Libro: Historia de los Pueblos de Puerto Rico por José Toro A Sugranes

Libro: La Historia de los Derrotados americanización y romanticismo en Puerto Rico, 1898-1917 por Rubén Nazario Velasco

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado

Libro:Parroquia San Antonio de Padua





Parroquia San Antonio de Padua


Los terrenos donde se encuentra ahora el casco urbano y la parroquia, les pertenecían a doña Sabina Alvarado de Colón, una mujer muy devota a San Antonio de Padua. Dado a la resistencia que el obispo de Coamo tenía en otorgarle el permiso para la construcción de la parroquia, ella le hizo una promesa a San Antonio, para que intercediera a favor de la petición.


Luego de que el Obispo cediera, la construcción de la primera parroquia de Barranquitas comenzó en 1806 y se terminaría para 1809. Al terminar el proyecto, Sabina decidió honrar a su Santo Patrón. Esta le pidió al Obispo Arizmendi para que se estableciera la parroquia bajo esta advocación y así fue como San Antonio de Padua pasó a ser el patrón de la Parroquia y del Pueblo. Para el 28 de marzo de este año se consagró como templo, se celebró la primera Misa y se bautizó al primer niño: Vicente Antonio Meléndez Miranda.


Lo que vivirá esta estructura después de esto va a ser puro caos dado a los Huracanes de nuestro archipiélago tropical.


1825: Huracán Santa Ana destruye esta primera iglesia.

1837: Sin haberla terminado todavía, el Huracán Los Ángeles destruye parcialmente a la parroquia, alargando el tiempo de trabajo.

1865: Ya terminada, con un nuevo altar dórico, el Huracán San Narciso destruye parcialmente a la parroquia.

1876: Luego de terminar sus reparaciones y mejoras, el Huracán San Felipe I destruye totalmente esta segunda iteración de la parroquia.

1899: Un año luego del Huracán San Felipe I, don Pepe Vazquez y su hijo Froilán, naturales de Coamo y vecinos de Pulguillas comienzan la construcción de la 3.ª parroquia, pero en 1899 el Huracán San Ciriaco deja a la parroquia destechada. Su reconstrucción estuvo a cargo de Ignacio Velez Irizarry, quien lo hizo gratis.

13 de septiembre 1928: Luego de ser reconstruida, El Huracán San Felipe II destruye totalmente la parroquia. Fragmentos de sus restos y del altar dórico se encontraron en el barrio La Vega. Todavía se conservan fragmentos del altar con los aires de un día reconstruirlo.

1933: En 1929 comenzó el proceso de reconstrucción en hormigón armado por el arquitecto Francisco Porrata Doria y termina en 1933. Actualmente esa es la fachada que tiene.

1988: Desde su reconstrucción en el ‘33, le han seguido arreglos y añadidos que han afectado y opacado la nitidez arquitectónica anterior.


Con el pasar del tiempo surgió la preocupación sobre el estado del templo. A tal estado que se pensó en derrumbarlo y construir uno nuevo, pero el señor Obispo de Caguas decidió que no había necesidad en hacerlo, y sugirió que se hiciera lo posible por reconstruirlo en su forma original, teniendo en cuenta las necesidades y visiones de construcción y decoración del momento. Gracias a la colaboración del pueblo, y con el comité de reconstrucción del 1988 esto se llevó a cabo.


Actualmente, la Parroquia está colmado de arte, tanto como en sus afueras como el templo. En el balcón por encima de su entrada, tenemos la escultura de San Antonio de Padua hecha por el escultor Barranquiteño Rafael López del Campo.


Dentro del templo, tenemos vitrales hechos en Colombia que representan: La Mano del Padre Eterno, San Pedro y San Pablo, Anunciación, Nacimiento, Muerte, Bajada al lugar de los muertos, Primogénito de Entre los Muertos, Aparición a La Magdalena, Los Discípulos de Emaús, Atención, Pentecostés, Pasión y Gloria, Escudo de Juan Pablo II, Escudo de Mons: Enrique Hernández Rivera Obispo de Caguas, Bautismo y Penitencia, Santos Óleos, Eucaristía, Matrimonio, Bandera de Puerto Rico, Escudo de Barranquitas, Símbolos Naturales del País, y Ángeles Músicos


Y También


Mobiliario litúrgico como: la pila bautismal, el altar, el ambón, sede presidencial, La Cruz Procesional, Sagrario, el Cristo Majestad, Maria Madre de Dios, San Antonio de Padua.






Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado

Libro:Parroquia San Antonio de Padua



Rafael López del Campo & La Escultura de San Antonio de Padua


Hecho por el escultor Barranquiteño Rafael López del Campo para la restauración del 1988, Rafael nació el 24 de junio de 1936 y se crió en Quebrada Grande. Termina su educación superior en Barranquitas, e ingresa a la escuela Vocacional Miguel Such, pero poco después, el Instituto de Cultura Puertorriqueña abre los talleres de escultura y gráfica y este inmediatamente se convirtió en discípulo y ayudante del maestro Compostela. Aquí trabajó por 5 años y luego fue becado por el ICP y se traslada a la Academia de Bellas Artes de Roma donde obtiene el título de Profesor de Escultura. Hizo su tesis sobre los Santeros y los Santos de Palo de Puerto Rico y luego de varias exposiciones, regresa a Puerto Rico en el 1968.


Cuando regresa realiza varios monumentos como: El Intendente Ramírez para el edificio de Hacienda de San Juan, San Juan Bautista en el Capitolio, Manuel Elzaburu para el Ateneo Puertorriqueño, Don Quijote y Sancho Panza para Bayamón y el Maestro Betances en Lares. También tiene obras en el Museo de Arte de Ponce, Museo de Bellas Artes en San Juan, Escuela de Arte Plásticas, en Sur América y Europa.


1972: Obtiene el primer premio para la escultura del Ateneo Puertorriqueño por su obra Pedro Albizu Campos. También comienza como profesor de la escuela de Artes Plásticas.


1973: Funda el Taller de Escultura en Metal y Monumental, donde estudiantes han sido becados a México, Estados Unidos, Italia y España.


1988: Construye la escultura de San Antonio de Padua para la parroquia de Barranquitas.


Sobre San Antonio…


Fernando de Bulloes, su nombre original, nació en una familia adinerada y se crió en la iglesia. Se unió a los canónigos agustinos en 1210 y probablemente se convirtió en sacerdote. En 1220 se unió a la orden franciscana, con la esperanza de predicar a los sarracenos (musulmanes) y ser martirizado. De camino a Marruecos, se enfermó gravemente y se vio obligado a regresar a casa. Sin embargo, su barco de regreso a Portugal se desvió de su rumbo y finalmente aterrizó en Sicilia. Debido a su continua mala salud, no se le permitió continuar con su obra misional entre los sarracenos. En cambio, enseñó teología en Bolonia, Italia, y en Montpellier, Toulouse y Puy-en-Velay en el sur de Francia. Se ganó una gran admiración como predicador y se destacó por su sencilla pero profunda enseñanza de la fe católica. Murió de camino a Padua, Italia, donde está enterrado y fue canonizado menos de un año después de su muerte a la edad de 36 años.


Fue un orador talentoso, atraía multitudes dondequiera que iba, hablando en múltiples lenguas; la leyenda dice que incluso a los peces les encantaba escuchar. Uno de los santos más amados, sus imágenes y estatuas se encuentran en todas partes del mundo, incluyendo a Puerto Rico. Sencilla y rotunda fue su enseñanza de la fe católica, para que la entendieran los más iletrados e inocentes. El Papa Pío XII lo proclamó Doctor de la Iglesia el 16 de enero de 1946.


San Antonio es mejor conocido por su patrocinio de los buscadores de artículos perdidos. Pocas personas saben que es el patrón de muchas otras causas. Es el patrón contra los naufragios, contra el hambre, los indios americanos, los amputados, los animales, Brasil, los ancianos, las mujeres embarazadas, la fe, la fe en el Santísimo Sacramento, los pescadores, las cosechas, el correo, los marineros, los oprimidos, los pobres, Portugal, los marineros. , gente hambrienta, esterilidad, azafatas de viaje, los indios Tigua y por supuesto, la Iglesia de San Antonio de Padua en Barranquitas, pero también como el Santo Patrón de la antigua ermita del predecesor del actual pueblo de Isabel.




Fuente de info

Libro:Parroquia San Antonio de Padua




La Casa de Piedra/ Restaurante “Culturas Campesinas”


Lo que es ahora el restaurante “Culturas Campesinas”, se considera la casa más antigua que sobrevive en Barranquitas, esta se construye luego del incendio del 29 de junio de 1895 para el alcalde de la época, Joaquín de Rojas y Martínez. Joaquín no se encontraba en su hogar cuando ocurre el incendio, y cuando llega al pueblo se percata de la tragedia que ocurría y que también había perdido su casa.


Joaquín entonces manda a reconstruir su casa con cal, ladrillo y canto, y esta se convierte en la única en Barranquitas hecha de este material. El trabajo estuvo a cargo de Mónico Espada del Pueblo de Coamo. Aunque no está en su estado original, ya que ha tenido expansiones, esta casa todavía retiene varias características de su diseño original.


Como restaurante, ofrece una variedad criolla, y quede excepcionalmente sorprendido con lo rico que estaba su Guanime con Bacalao.




Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado


La Calle Abajo


Si te paras frente a la parroquia, esta calle te queda a tu izquierda bajando el restaurante “Culturas Campesinas”. La calle se destacaba por sus filas de casuchas de zinc, madera, con techos de yaguas y paredes de lata. Esta calle daba acceso al río donde era de costumbre su uso para labores cotidianas como el lavado de ropa, y la recolección de agua usualmente era en envases de lata de manteca de cerdo. Unos de sus residentes más particulares fue el compositor Manuel Maldonado que compuso clásicos como “Las Gallaretas”, “Los días de jolgorio” y más famoso aún “Alegre Vengo de la Montaña”.


Detalle curioso es que el Festival de las Chiringas en Barranquitas tuvo como inspiración el hecho de que los niños que vivían en la Calle Abajo volaban sus chiringas y galletas “home made” en el Cerro donde ahora se encuentra el desvío y el mirador turístico. Antes del desvío la Calle de Abajo tenía un camino que cruzaba el río y subía el cerro.






Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado



Respetable Logia Cuna de Muñoz Rivera #72


Ya cumplido su centenario, y en camino fresco para su segundo, esta Logia abre sus puertas en 1918 dos años después de la muerte de Luis Muñoz Rivera. La misión de esta Logia fue y es divulgar los principios masónicos que impulsaron a nuestros próceres: Ramón E. Betances, José C. Barbosa, José de Diego, y claro Luis M. Rivera a invertir en nuestro archipiélago y ayudar a todos los necesitados. Su primera obra lo vemos materializado en el 1919 cuando estos abren el primer comedor escolar público de Barranquitas, y lo más probable Puerto Rico. Desde esto, a entregar enseres eléctricos a los necesitados, el becado de estudiantes, o el costear un procedimiento médico, son algunos de las obras realizadas por masones en la historia de P.R.


Pendiente al 30 de mayor del 2068, cuando se desentierra su cápsula del tiempo. Dentro tenemos para apreciar el registro de todas las obras hechas en sus primeros 100 años de existencia.






Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado



El Museo del Cine


Fue en la década del 1930, que el Párroco de Barranquitas, Padre Ramiro Martínez quería que los jóvenes de su feligresía pudieran educarse propiamente en lo temporal y espiritual. Fue durante estos tiempos difíciles de la Gran Depresión que el Párroco tuvo el permiso del Obispo de Ponce, Monseñor Willinger, para crear una Academia Católica. Las primeras aulas de la Academia fueron en lo que hoy es la Casa Parroquial. Más tarde, para la década del 1940, se habilitó una estructura de dos niveles para la misma. En su segundo piso se instalaron los salones en los cuales las Hermanas Franciscanas de Filadelfia daban sus cursos, entre ellos: español, inglés, geografía, historia, matemáticas, y teología. En cambio, el primer nivel era utilizado para almacenar equipo y se preparó un gran salón para actividades de la escuela, como graduaciones, conferencias y presentaciones artísticas. Además se tenía un proyector de cine para poder evangelizar a los alumnos.


Con el tiempo, se habilitó el primer piso para un cine público. El mismo cumpliera con la tarea de sufragar los gastos de la Academia y entretener a los jóvenes y adultos barranquiteños. Para entrar al mismo, se debía pagar 25 centavos, pero también aceptaban botellas de cristal que luego la Academia vendía. Este cine, denominado Cine San Antonio de Padua debido al nombre de la Parroquia del pueblo, estuvo abierto hasta que la escuela y el cine cierran en 1968. Hoy día el espacio que ocupaba el cine sirve de oficinas y librería parroquiales. Es en este último espacio que se habilitó un espacio para rememorar el antiguo cine de Barranquitas. Este cuenta con varias reproducciones de carteles de películas que se dieron en el mismo, las butacas originales restauradas, dos proyectores de cine, rollos de cine, una taquillera o boletera y otros objetos.






Fuente de info

Información facilitada por Carlos Velez de La Oficina de Cultura y Turismo de Barranquitas


Casa Natal Luis Muñoz Rivera


El edificio que observamos ahora es la versión restaurada de la casa natal de Luis Muñoz Rivera. Luego de su restauración fue convertida en biblioteca-museo en 1959 por el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Algunas secciones interiores fueron eliminadas para dar paso a un gran espacio que se dedicó a la biblioteca. Se quitaron algunas puertas y ventanas de madera debido a su mala condiciones deterioradas debido a termitas y podredumbre. Fueron reemplazados por nuevos, que duplican exactamente los originales. Se hizo lo mismo

con algunas piezas de madera deterioradas y revestimientos exteriores. Estos reemplazos y trabajos de restauración, sin embargo, no han restado mérito a la integridad original del edificio.


El interior de la casa consta de una biblioteca en forma de “L”donde se guardan algunos de los documentos de Don Luis Muñoz Rivera, también tenemos el estudio/oficina original de Muñoz en el lado derecho con todos los muebles siendo originales. En el otro extremo de la estructura se localiza el garaje en donde se localiza el carro que manejaba Muñoz durante muchos años y donde fue transportado su cuerpo hacia su municipio natal. La casa está adecuadamente mantenida y está en buenas condiciones. Fue reabierta al público recientemente, y al tiempo de publicar este trabajo, lograron conseguir un empleado/guía fijo.


Sobre Luis Muñoz Rivera…


Luis Muñoz Rivera nació el 17 de julio de 1859 en Barranquitas. Era el hijo mayor de Luis Ramón Muñoz Barrios y Monserrate Rivera Vásquez. Su madre murió cuando él tenía 12 años, y él fue responsable de ayudar a criar y ser tutor de sus nueve hermanos. Su padre era terrateniente y comerciante y finalmente se convirtió en alcalde de Barranquitas. La familia de Muñoz Rivera fue políticamente activa durante las décadas de 1860 y 1870 cuando se intensificó el debate sobre el dominio colonial español y surgieron dos facciones políticas principales en Puerto Rico. Su padre era un miembro destacado del Partido Conservador, que apoyaba el gobierno de los gobernadores designados por España, mientras que un tío era un leal al Partido Liberal y un defensor de la autonomía.


Muñoz Rivera asistió a la escuela pública local entre los 6 y los 10 años, y luego sus padres contrataron a un tutor privado para que lo instruyera. Muñoz Rivera fue en gran parte autodidacta y leyó los clásicos en español y francés. De joven, escribió poesía sobre sus ideales nacionalistas, convirtiéndose finalmente en una figura literaria destacada en la isla y publicando dos colecciones de versos: Retamas (1891) y Tropicales (1902). Para ganarse la vida, Muñoz Rivera inicialmente se dedicó a la fabricación y abrió una tienda mercantil general con un amigo de la infancia.


Muñoz Rivera se casó con Amalia Marín Castillo en 1893. Amalia, actriz de teatro, era hija de Ramón Marín y Solá, dramaturgo y periodista y defensor de la autonomía puertorriqueña a menudo perseguido. Era “testaruda, obstinada, exigente” y dedicada a su hijo, Luis Muñoz Marín y con Muñoz Rivera inmerso en la política de la isla, el matrimonio no fue feliz y la pareja finalmente se separó.


Luis Muñoz Rivera fue periodista, poeta, político, director de diarios como La Democracia, El Diario de Puerto Rico y el Puerto Rico Herald, fue el sucesor del fundador del Partido Autonomista Puertorriqueño, y primer y único presidente/primer ministro de gobierno de Puerto Rico. La larga carrera de Muñoz Rivera en el servicio público comenzó en la década de 1880, a sus veinti-pico de años, fusionando sus intereses políticos con su inclinación por escribir y hablar.


1883: Se afilió al Partido Liberal en Barranquitas, y por al menos una cuenta ganó su primer cargo político, un escaño en el ayuntamiento, como candidato liberal. En 1885, nuevamente postulándose como liberal, perdió una candidatura para un escaño en la asamblea provincial.


Marzo 1887: Rivera atrajo la atención de Román Baldorioty de Castro, el "estadista mayor" del Partido Liberal, quien lo abrazó como protegido y cofundó el Partido Autonomista, que buscaba crear un partido autonomista bajo el sistema colonial español.


1887: El gobernador español de Puerto Rico, Romualdo Palacio y González, instituyó una ofensiva política contra los autonomistas, denominada los compontes. Muchos, incluido el futuro suegro de Muñoz Rivera, fueron encarcelados antes de que Palacio fuera reemplazado por un gobernador más moderado. Varios años después, el propio Muñoz Rivera fue encarcelado brevemente. Fue la primera de muchas ocasiones en las que fue acosado, acusado formalmente o detenido por agitar contra el gobierno.


1889: Después de la muerte de Baldorioty de Castro, Muñoz Rivera asumió el liderazgo del Partido Autonomista. Obtuvo un escaño en la asamblea provincial en representación de un distrito que abarcaba Caguas, pero su elección fue impugnada y su mandato expiró antes de que pudiera reclamar el escaño.


Como líder del Partido Autonomista, Muñoz Rivera tomó un camino intermedio. Invalidaba las súplicas de las facciones pro españolas y también rechazó los esfuerzos del movimiento separatista, que buscaba una ruptura completa con el dominio imperial español y, más tarde, estadounidense. Creía que la mejor opción para Puerto Rico era aliarse con los partidos políticos metropolitanos; ya que, sin recursos económicos o sin activismo entre la juventud y el campesinado, la posibilidad de una revolución por la independencia completa parecía remota. Esta posición intermedia le permitió a Muñoz Rivera una postura moderada para tratar con los funcionarios españoles: podía criticar la violencia de los insurrectos cubanos mientras rechazaba el mal gobierno español que lo incitó. A lo largo de sus décadas de defensa de la autonomía puertorriqueña, Muñoz Rivera continuó rechazando la revuelta armada, revelando su forma de pensar pragmática.


“Una revolución en una isla de 100 millas de largo por 30 millas de ancho, atravesada por carreteras en todas partes y dominada por fuerzas inmensamente superiores sería absurda e inútil”, explicó Muñoz Rivera en una carta al Washington Post. La actitud en el camino también se derivó de corrientes culturales contrarias, porque aunque defendió la autonomía puertorriqueña, mostró una afinidad de por vida por España, a la que consideraba como la Madre Patria.



Julio 1889: A lo largo de su carrera, Muñoz Rivera utilizó sus habilidades de escritura para avanzar en su agenda política. Rivera fundó el diario La democracia en Ponce, usando la imprenta de su suegro. El periódico señaló las injusticias del régimen colonial supervisado por el gobernador mientras presionaba a las principales facciones políticas de Madrid para que apoyaran la política autónoma. La democracia fue el primero de varios periódicos fundados por Muñoz Rivera como portavoces políticos.


1895: Muñoz Rivera y otros comisionados autonomistas viajaron a Madrid y persuadieron al líder del Partido Liberal español, Praxedes M. Sagasta, para que firmara un pacto en el que prometía que a Puerto Rico se le otorgaría el autogobierno si llegaba al poder. A cambio, el Partido Autonomista finalmente se disolvió, y el nuevo Partido Liberal Puertorriqueño, que Muñoz Rivera ayudó a fundar se establece en 1897. Para este partido, Rivera estableció el periódico “El liberal” en San Juan.


Noviembre 1897: Tras llegar al poder, Sagasta concedió apresuradamente la Carta Autonomista, sin la aprobación del parlamento español (las Cortes), para sofocar el ardor revolucionario en las islas y prevenir la intervención estadounidense.


Febrero 1898: Al formarse el gabinete autónomo, Rivera como principal diplomático de la isla, fue nombrado secretario de gracia, justicia y gobierno más tarde, en la primavera, fue elegido jefe de un nuevo consejo ejecutivo formado en julio de 1898, pero esto fue de corta duración.


Días después de la formación del nuevo gobierno, el USS Maine estalló anclado y se hundió en el puerto de La Habana. A finales de abril, España y Estados Unidos estaban en guerra. El 25 de julio, apenas una semana después de que el gobierno recién electo de Muñoz Rivera se reuniera para los negocios, las tropas del Ejército de los Estados Unidos desembarcaron en Guánica, en el lado suroeste de la isla. A mediados de agosto, la isla estaba bajo el dominio militar de Estados Unidos.


El gabinete de gobierno de Muñoz Rivera intentó renunciar en masa, pero el gobernador militar inicial se negó a aceptar la renuncia cuando se concluyó la transferencia formal de soberanía en octubre de 1898. Cuando un nuevo comandante general, Guy V. Henry, asumió el mando y trató de restringir los poderes del gabinete, Muñoz Rivera renunció abruptamente.


1899: A instancias de los propietarios de las plantaciones de caña de azúcar, presionó a los funcionarios en Washington para reducir las barreras comerciales entre la isla y los Estados Unidos continentales, particularmente para los productos agrícolas. Fundó el periódico “El territorio”, que expresó las preocupaciones de los terratenientes puertorriqueños.


1900: Organizó el Partido Federal, estableciendo “El diario” de Puerto Rico como su voz. Muñoz Rivera y sus seguidores, conocidos como muñocistas, fueron etiquetados como antiamericanos, y las turbas del Partido Republicano, que apoyaban la estadidad bajo Estados Unidos, saquearon su imprenta y atacaron su casa. Para proteger a su familia, Muñoz Rivera se mudó al pueblo de Caguas.


Abril 1901: Reprimido por opositores políticos y administradores coloniales, Muñoz Rivera se mudó a la ciudad de Nueva York para evaluar las actitudes políticas de Estados Unidos hacia su nueva aventura colonial en el Caribe. La familia se instaló en un apartamento a lo largo de la Quinta Avenida, a unas cuadras del actual distrito Flatiron. Allí, Muñoz Rivera fundó el periódico bilingüe “Puerto Rican Herald” para iniciar un diálogo sobre la autonomía puertorriqueña y lanzar un esfuerzo de relaciones públicas para derrocar la Ley Foraker (31 Stat. 77-86), que había impuesto el dominio estadounidense en Puerto Rico. En el primer número del Herald había una carta abierta al presidente William McKinley en la que Muñoz Rivera criticó la Ley Foraker como una vergüenza para los Estados Unidos y Puerto Rico, y escribió que no poseía "la más mínima sombra de pensamiento democrático".


1904: Muñoz Rivera regresó de la ciudad de Nueva York para reconstituir un movimiento político tras la disolución del Partido Federal. Con José de Diego, cofundó el Partido Unionista que, como escribió en el Puerto Rican Herald, buscaba asegurar “el derecho de Puerto Rico a afirmar su propia identidad, ya sea a través de la estadidad o la independencia. Si Estados Unidos continúa humillándonos y avergonzándonos”, escribió Muñoz Rivera,“podemos olvidarnos de la estadidad y apoyar la independencia, con o sin protección estadounidense”.


La plataforma unionista fue más elástica que la del Partido Republicano, que buscaba la estadidad.


1906: Muñoz Rivera ganó un escaño con el Partido de Unión en la Cámara de Delegados de Puerto Rico en 1906 y fue reelegido dos veces, sirviendo hasta 1910. Presidió el comité de Vías y Medios y abogó incansablemente por el autogobierno.


1910: Los votantes puertorriqueños eligieron a Muñoz Rivera para servir un término de dos años como Comisionado Residente en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Con la fuerza de una oleada unionista (con 51 de 66 municipios), derrotó a su oponente del Partido Republicano con el 55 por ciento del voto popular en las elecciones generales del 6 de noviembre de 1910.17 Muñoz Rivera fue reelegido en 1912 y 1914 por márgenes cómodos como prevaleció la boleta del Partido de Unión, con 61 por ciento y 53 por ciento de los votos, respectivamente.


1914: Muñoz Rivera testificó sobre la Ley Jones ante el comité del Senado con jurisdicción sobre las posesiones insulares de los Estados Unidos. El proyecto de ley en su forma actual, señaló Muñoz Rivera, “no puede satisfacer las necesidades del pueblo puertorriqueño, ni representar lo que mi país espera de un Congreso Democrático” que “en sus plataformas nacionales de 1900, 1904 y 1908, declaró que no La nación tiene derecho a gobernar a un pueblo en contra de su voluntad. Pero con mi país se está perpetrando una injusticia mayor al negar su derecho a la autonomía, que, desde el primer día de la soberanía estadounidense, reclamó con insistencia. Enfatizó que el pueblo puertorriqueño rechazaría abrumadoramente cualquier proyecto de ley que nos “convirtiera en ciudadanos de una clase inferior”, y agregó: “Si no podemos ser uno de sus Estados; si no podemos constituir un país propio, entonces tendremos que ser perpetuamente una colonia, una dependencia de los Estados Unidos. ¿Es ese el tipo de ciudadanía que nos ofrece? Entonces esa es la ciudadanía que rechazamos”.


1916: La Primera Guerra Mundial estimuló los temores de incursiones navales alemanas en la Cuenca del Caribe. Anticipándose a tales preocupaciones, el Comisionado Residente Muñoz Rivera apoyó un proyecto de ley para fortalecer un regimiento del Ejército de los Estados Unidos en la isla al aumentarlo de aproximadamente 560 a 1,900 hombres, muchos de ellos nativos de Puerto Rico. Dado a los temores de que esta práctica sirviese como campo de entrenamiento revolucionario, Muñoz Rivera señaló que: “Estos soldados latinos ... emularán el valor tranquilo, la audaz intrepidez de los soldados anglosajones de este hemisferio. Tenga la seguridad de que defenderán, sin importar el sacrificio de sus propias vidas, los derechos y la bandera de esta Nación, porque ellos conocen bien su espléndida historia, porque se dan cuenta en el mantenimiento de la supremacía de su carácter nacional y la influencia que mantienen los principios de la libertad y la civilización modernas".


Muñoz Rivera consideró que ese servicio era una oportunidad para demostrar el carácter de los puertorriqueños y su valía para el autogobierno. La disposición de Puerto Rico también demostró su lealtad a los Estados Unidos, llamando la atención de la administración del presidente Woodrow Wilson y sirvió de impulso para la aprobación de la Ley Jones en 1917.


Muñoz Rivera creía que la Segunda Ley Jones era poco más que una medida a medias, aunque la aceptaba como un paso hacia una eventual autonomía. El 5 de mayo de 1916, el presidente Jones cedió la palabra a Muñoz Rivera durante el debate del proyecto de ley, lo que marcó el pináculo legislativo y oratorio de la carrera del Comisionado Residente en el Congreso. En el discurso más largo y apasionado que pronunció en la Cámara, Muñoz Rivera declaró que si bien los puertorriqueños habrían dado la bienvenida a la ciudadanía estadounidense en 1898 si se les hubiera ofrecido la estadidad, ya no esperaban ni deseaban tal resultado.


Pero al final, apoyó la Ley Jones a pesar de sus imperfecciones: “Este proyecto de ley no puede satisfacer las aspiraciones serias de mi país. No es una medida de autogobierno lo suficientemente amplia como para resolver definitivamente nuestro problema político ... Pero, aunque el proyecto de ley parece exiguo y conservador ... reconocemos sinceramente sus nobles propósitos y lo aceptamos de buena gana como un paso en la dirección correcta y como una reforma allanando el camino para otros más aceptables y satisfactorios que vendrán un poco más tarde, siempre que mis compatriotas puedan demostrar su capacidad, la capacidad que poseen, para gobernarse a sí mismos. La Ley Jones fue aprobada por la Cámara varias semanas después en un voto de voz.


15 de noviembre de 1916: Posteriormente, Muñoz Rivera regresó a Puerto Rico, su salud debilitada por el peso de sus responsabilidades políticas y por una infección, muere a sus 56 años. Más sobre su muerte y funeral en el post del “Mausoleo”.


Luego de leer, y escuchar los programas de La Voz del Centro sobre esta figura, todavía considero que con la info que escribí me quedo corto. Así que los exhorto a que escuchen los programas y lean los escritos en El Adoquín Times.


Obras Completas de Luis Muñoz Rivera


Podcast sobre Luis Muñoz Rivera por


La Voz del Centro (Colección de Episodios)


Publicaciones adicionales por

El Adoquín Times


Video por

Instituto de Cultura Puertorriqueña


Fuente de info






Fuente de info





Mausoleo Familia Muñoz


Localizado donde solía ser el cementerio municipal de Barranquitas (todavía se pueden encontrar paredes antiguas de ladrillo), ahora se encuentra este Mausoleo.


En esta parcela de terrenos podemos encontrar varios miembros de la familia Muñoz y Marín.


Luis Muñoz Rivera:


Rivera murió de una infección por rotura de la vesícula biliar el 15 de noviembre de 1916 en Santurce a sus 56 años El cuerpo del venerado líder político se encontraba en estado en San Juan. Su procesión fúnebre recorrió 150 millas a través de la isla desde la capital hasta Ponce: Puerta de Tierra, Santurce, Río Piedras, Caguas, Cidra, Cayey, Aibonito, Coamo, Juana Díaz, Ponce y luego regresó a Barranquitas para el entierro. Más de 1.000 automóviles siguieron al coche fúnebre con el cuerpo de Muñoz.


“Nunca antes Porto Rico había rendido un tributo igual a ningún hombre”, informó Associated Press. “Mientras el cortejo fúnebre pasaba por varias ciudades y pueblos miles de personas desnudaron la cabeza y colocaron coronas y flores ya sea en el coche fúnebre o en la carretera por la que pasaba… En todas partes las demostraciones de dolor y afecto fueron tales que el entierro se retrasó por más de un día. ”Niñas con vestidos blancos con fajas negras arrojaban flores a la cabecera del ataúd, mientras los músicos seguían tocando el himno nacional,“ La Borinqueña”, mientras el ataúd era llevado a la iglesia local. Muñoz Rivera fue enterrado en Barranquitas en un mausoleo en el cementerio San Antonio de Padua, apropiadamente llamado así por un santo católico que fue reverenciado por su oratoria.


Publicación por

El Adoquin Times

Los Funerales de Luis Muñoz Rivera



Luis Muñoz Marín:


Político, periodista, senador, secretario de comisionado residente, fundador del PPD, primer gobernador elegido por el pueblo puertorriqueño, redactor del ELA, figura altamente controversial, amado por muchos y odiado también, se le reconoce como el padre del Puerto Rico moderno. Hijo de Luis Muñoz Rivera, nació en San Juan el 18 de febrero de 1898 en el Hospital Minilla en San Juan a sus 80 años un 30 de abril de 1980. Se unieron seguidores de todas las tendencias políticas. El cuerpo fue transportado desde San Juan a Barranquitas, al que se unieron representantes de los partidos democráticos latinoamericanos, este acto fúnebre duró 12 horas. Un periódico resumió su muerte con las siguientes palabras: "Ha muerto el último de los próceres".


Marín fue enterrado con su padre, un dato curioso de esto es que existe una foto de un Luis Muñoz Marín a sus 18 años parado justo al lado de la tumba de su padre, lugar que el ocupara años después.


Publicación adicional por

Fundación Luis Muñoz Marín



Podcast por

Radio Universidad-Puerto Rico

Cobertura sobre la muerte de Luis Muñoz Marín

Pt.1




Aquí también se encuentra:


Luis Muñoz Barrios


Comerciante, exalcalde de Cidra y padre de Muñoz Rivera, nace en 1833 y muere en 1895. Cuando los españoles fueron sacados de América del Sur, con las guerras de independencia, venían a Puerto Rico los barcos llenos de soldados, y en uno de ellos llegó un oficial, Luis Muñoz, que fue asignado a San Juan. En su estancia conoció a una dama llamada doña María Escolástica Barrios. Se casaron y más tarde el oficial fue asignado a Cidra.


Don Luis llegó a Cidra en el año 1822 y en 1826 fue nombrado alcalde.

Don Luis y doña María tuvieron 12 hijos. Uno de ellos, Don Manuel Muñoz Barrios estuvo ligado a la fundación del Banco Popular de Puerto Rico. Otro de ellos se conoció como Luis Muñoz Barrios, quien se casó con una dama de Comerío, doña Monserrate Rivera y tuvieron un hijo al que llamaron Luis Muñoz Rivera.



Amalia Marín Castilla de Muñoz Rivera


Doña Amalia era hija de don Ramón Marín Solá, periodista y dueño del periódico ponceño “El Cronista” que luego pasaría a manos de Luis Muñoz Rivera convirtiéndose este diario en La Democracia.


Madre de Luis Muñoz Marín, sufrió la persecución política tanto de su padre que fue arrestado en el Morro junto a Ramón Baldorioty de Castro, su esposo, y su hijo.


Murió a los 85 años en su residencia en La Fortaleza un sábado 4 de mayo de 1957.


*Esta entrada esta en la lista de prioridad de expansión, ya que se me ha hecho algo difícil encontrar más información sobre ella.


Fuente de info

Tabla de información en la Casa Museo Luis Muñoz Rivera


Inés Maria Mendoza de Muñoz Marín


Inés María Mendoza Rivera de Muñoz Marín nació un 10 de enero de 1908 en Naguabo, Puerto Rico y muere un 13 de agosto de 1990 en San Juan. Mendoza fue una estudiante destacada en su pueblo natal Naguabo. Fue aceptada en la Universidad de Puerto Rico y luego en la Universidad de Columbia en Nueva York, donde se graduó en 1931. Fue profesora, escritora y columnista de periódico también fue ex Primera Dama de Puerto Rico, maestra y, escritora y la segunda esposa del gobernador Luis Muñoz Marín. Inés Mendoza defendió el idioma español, desafiando a las nuevas autoridades coloniales que querían reemplazarlo por el inglés.


Pablo Figueroa


Amigo cercano de Luis Muñoz Rivera en su tiempo en Barranquitas. Según su lápida, falleció el 5 de octubre de 1916. Según una leyenda, en septiembre de 1916, cuando Muñoz Rivera llega a Puerto Rico y va directamente a Barranquitas a descansar, lo primero que le pide a la comitiva que lo recibiera fue que lo llevaran a ver a su amigo Pablo. Lamentablemente, ese mismo día había fallecido Figueroa. Durante el sepelio de Pablo, Luis Muñoz Rivera dio sus últimas palabras en público, ya que fue ese día que cayó enfermo en Barranquitas, donde no se volvería a levantar.


Video por

Instituto de Cultura Puertorriqueña




Fuente de info




Antigua sede Colección Toño Vélez


Don Antonio Toño Vélez fue un ser ejemplar en Barranquitas, junto a Gertrudis Santiago inventó una máquina de moler grulla para la extracción del almidón, construyó la primera casa de cemento en el barrio Quebrada Grande, y en la quebrada cercana instaló una turbina generando electricidad para la casa, convirtiendo a esta en la primera en el barrio con electricidad también.


Antes de la construcción de este edificio, aquí se localizaba para la década de los 1920 un generador de gas “kerosén” que proveía electricidad al pueblo de Barranquitas. Este daba servicio de 6pm a 6am.


Luego, para la década de los 80 este lugar pasó a ser la sede de la Colección Toño Vélez. Donde actualmente se encuentra “Barranquita Ultrasound”, se encontraba una estructura de madera que albergaba una colección de objetos raros y antiguos, muchos de ellos comprados, pero también donados por puertorriqueños con el deseo de que se conservaran. Aquí visitaban niños de edad escolar, artistas, profesores universitarios y todo aquel que apreciaba las antigüedades y la cultura. Al pasar el tiempo, la casa de madera ya no fue suficiente para albergar todos estos objetos, así que se adquirió 2 cuerdas de terreno para la construcción de la facilidad que se encuentra ahora. Lamentablemente, a pesar del interés de los barranquiteños, no se pensó posible sufragar los gastos de este proyecto y la colección se recogió que quedó en cajas y almacenes y algunas de las obras están en colecciones privadas.


Dato curioso, es que unos de los artefactos que esta colección exponía, eran los pilares de la cama de Pepe Montes y su madre, doña Sabina Alvarado, aquellos que donaron 8 cuerdas de terreno para fundar el pueblo de Barranquitas.








Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado




El Museo de las Artes y Antropología


Eduardo Ortiz, arqueólogo, antropólogo y escultor barranquiteño, deseaba crear un museo para su amado Barranquitas. Con esa idea en mente, adquirió piezas de gran valor histórico para Puerto Rico y del mundo. Mientras excavaba en Grecia, en la isla de Sicilia, almacenaba todo lo que encontraba y adquiría lo que no podía recuperar de los yacimientos. Fue así como Ortiz llega a Barranquitas y hace su sueño realidad.

Dentro de su museo, fundado en 1978 y luego inaugurado en su nueva sede en 1980, se encontraban piezas romanas y griegas (moneda y vasijas) que databan del siglo VII antes de Cristo, imaginería popular puertorriqueña, el antiguo altar del templo de Barranquitas (de 1850), libros antiguos que databan del siglo XVI, piezas taínas del batey de Palo Hincado y demás documentos históricos sobre el municipio. El museo de Eddie, como cariñosamente le llamaban, fue el primer y único museo greco-romano de la Isla, una hazaña pionera. Además de esto, exponía piezas de escultores barranquiteños como: Andrés Sierra, Rafael López del Campo, Ángel Sierra y de su propia autoría.

Luego de la repentina muerte de Eddie en 1991, el museo fue decayendo y hoy día se mantiene cerrado. Muchas de las piezas se encuentran dispersas en distintas colecciones personales. Agraciadamente, la Colección Tono Vélez y el Centro Cultural de Barranquitas custodia algunas de las piezas del museo, en espera de volver a exponer al público puertorriqueño.



Fuente de info

El Museo de las Artes y Antropologia por Carlos Velez Mercado




Casa Museo Joaquín de Rojas y Martínez


Este alcalde fue el que ordenó trazar, cortar y empedrar las dos calles principales y las tres cortas/transversales. Joaquín fue alcalde en los años: 1879-1880,1881-1887, 1888, 1891-1894,1894-1895


La casa actualmente se encuentra en deterioro, ya que fue afectado severamente por el Huracán Maria. Sus interiores también se encuentran en muy mal estado, puesto que se ha filtrado en agua de lluvia a pesar de tener un toldo azul.





Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado




El Manantial


Ya para 1570 y 1579, con la fundación del municipio de Coamo, las rutas para unir el sur y el norte de la Isla fueron acortadas. Una de esas rutas pasaba por las montañas barranquiteñas. Unas de las razones primordiales de porque ESTE fue el lugar escogido, es porque esta área está bañado por un río en su parte nor-este, en donde se encontraban tres fuentes de aguas naturales. Según el historidor Vélez Torres, a las dos fuentes del norte se les conocía como Los Chorros y la tercera, localizada al este del sitio, se le conoció como El Manantial.


Fue El Manantial, según especulamos, el de más accesibilidad y, por ende, el más utilizado por los pobladores. Tanto así que el mismo fue usado como fuente pública por los barranquiteños por más de 100 años. Su importancia fue tan grande que se creó una infraestructura para hacer más accesible el mismo. Los caminos y las murallas construidas a principios del siglo XX son testigos de ello. Conjuntamente, la administración y la masonería de Barranquitas se comprometieron con la limpieza y la iluminación del mismo. Algunos aprovechaban la calidad del agua de esta fuente y la vendían por el pueblo.


Según recuerda María Teresa, eran los señores Francisco Galarza y Cesáreo Colón los que embotellaban el agua y pregonaban para vender la misma, “Aguadores de agua rica, agua que es puro cristal”. Además de esto, podemos ver su importancia basada en los censos de 1910 y 1920. La profesión de aguadero o aguadera aparece con gran fuerza, sin embargo, ya para el censo de 1930 no existen, esto debido a la creación del primer sistema de acueducto del casco urbano. Fue así como El Manantial fue desplazado por una manera más viable de conseguir agua potable.


Hoy día, los tiempos en que se recogía agua en El Manantial son distantes memorias en la mayoría de los barranquiteños. Sin embargo, todavía hay quienes utilizan el camino como atrecho o simplemente de paso para saciar la nostalgia del pasado.




Fuente de info

Información facilitada por Carlos Velez de La Oficina de Cultura y Turismo de Barranquitas



Casa Roberto H. Todd Borras


Hijo de Roberto H. Todd Wells, Borras nació en 1891 y en 1912, a sus 21 años, luego de comprar ambas partes de los terrenos, habita esta casa para usarla como una de veraneo y descanso entre 1915 y 1959. Entre estos años, Borras participó en varios puestos en el servicio público de Puerto Rico.


1917-1923: Fue Oficial Jurídico en el Departamento de Justicia

1923-1925: Procurador General Auxiliar

1925-1938: Juez de la Corte de Distrito (hoy Superior) de Ponce

1938-1941: Juez de la Corte de Distrito (hoy Superior) de San Juan.

20 de febrero de 1941: Fue nombrado por el Presidente Roosevelt para el cargo de Juez Asociado del Tribunal Supremo de Puerto Rico.

29 de agosto de 1951: El Presidente Truman lo nombró Juez Presidente, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1952

Junio de 1958: Recibió el grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Puerto Rico.


Terminada en 1915, a través del tiempo sufrió varios cambios. Se le amplió el fondo para colocar el baño y ampliar la cocina. Junto a esto el piso de ser en madera, se cambió a concreto (esto puede ser visible debido al cambio de losa del balcón al interior). Luego se le añadió el segundo piso de la parte de abajo, construido en concreto, al igual que un garaje para un auto y un pequeño almacén para colocar herramientas y el plafón fue reemplazado por paneles.


En 959, Borras vendió la propiedad al matrimonio de Pedro Marrero Marrero y Angela Santini el 1 de abril.


Actualmente, la casa se encuentra en estado de abandono y a la venta. Dado a su historia, es considerado patrimonio de Barranquitas y existe interés de restaurar la casa y convertirla en museo.



*Detalle curioso


El padre de Borras fue fundador del Partido Republicano de Puerto Rico, delegado en la Cámara de Representantes (1900) y alcalde de San Juan (1903-1923). También fue miembro de la Junta Revolucionaria Puertorriqueña en New York (1896). Adicionalmente es escritor y colaborador de periódicos y revistas como El Mundo, Puerto Rico Ilustrado y El Tiempo, entre otros.


Pero fue bajo su administración como alcalde que ocurre una de las tragedias más peculiares de San Juan en el siglo XX.


La Tragedia de Víspera de Reyes del 1914


Una tragedia debido a un evento fatal que ocurrió en el Teatro Tapia que cobró la vida de 4 niños y dejó a 18 heridos.


Para saber los detalles y las expresiones de Roberto H. Todd Well por favor acceder a la página de la publicación original.


MicroHistorias de Puerto Rico



Los terrenos antes de Borras…


Originalmente, los terrenos donde está la casa hoy día se remontan a 1895. Estos estaban divididos en dos partes. La primera parte era de los esposos Miguel Rodríguez y María

Serracante, estos luego vendieron a Juan de Dios Santini, que luego vendió a los esposos José Borgos Millán y María Vázquez Garay.

Estos últimos construyeron la casa, entre 1912 y 1915, de dos aguas, en madera, techada en zinc y cubierta exteriormente con zinc, esto para la protección a la madera y para mantener la casa caliente.


Don José Dolores Borgos Millán nacido el 12 de diciembre de 1887:


1910: Fue profesor graduado de Inglés de la Universidad de Puerto Rico y formó parte de la Junta de Escolar de Barranquitas (1910) atendiendo escuelas rurales.

1911: Uno de los fundadores del Centro de Instrucción y Recreo de Barranquitas (“El Casino”)

1917:El primer secretario, director y fundador del periódico “Ecos del Torrecilla”.

1918-1919: Fue uno de los fundadores clave de la masonería en Barranquitas y fue su primer secretario.

1925-1929: Ejerció en la Cámara de Representantes.


Además, tuvo dos hijos que nacieron durante su vivida en la casa: Luis Antonio (1914) y José Alberto “Chevelto” (1916), los cuales formarían parte del primer trío de Hernández Avilez, “El Trio Antillano” (1932-1937).


La segunda parte de los terrenos era de Nicolas Santini Ortiz:


1880: Este abrió la primera panadería en Barranquitas

1888, 1890 y 1895: fue electo como alcalde tres veces





Fuente de info

La Casa de veraneo de Don Roberto Henry Todd Borras por Carlos Vélez Mercado




Monumento a Clara Lair


Maria de las Mercedes Augusta Negrón Muñoz, poetisa, periodista, hija de Quintín Negrón Sanjurjo y Carmen Muñóz Rivera, y sobrina de los poetas José A. Negrón y el líder autonomista Luis Muñoz Rivera es hija adoptiva de Barranquitas. Nació en CIDRA un 8 de marzo de 1895 y muere un 26 de agosto de 1973 a causa del cáncer.


Hija de una familia acomodada y altamente influyente en las esferas políticas y culturales de la isla, recibió una educación de primer orden que le permitió desarrollar a muy temprana edad una impecable vocación literaria. Inspirada con los temas del feminismo, sufragio, y el derecho de la mujer en su juventud se trasladó a San Juan a sus 20 años y comenzó a integrarse en los principales círculos culturales y artísticos del país, y compartía y tertuliaba con autores: como Luis Lloréns Torres y Nemesio R. Canales. Ya establecida en San Juan, causó una gran polémica por sus escritos liberales cuando empezó a publicarlos en columnas en la revista Juan Bobo, bajo el seudónimo de Hedda Gabler, personaje principal de la obra de teatro escrita por el dramaturgo noruego Henrik Ibsen.


Luego emigró al estado de Nueva York, en 1918 donde trabajó como oficinista. Fue en esta ciudad, donde escribió gran parte de sus poesías y fue el lugar donde “nace” el nombre de Clara Lair.


Su seudónimo se origina dado a dos factores: Mientras trabajaba en New York su jefe tenía la costumbre de llamarla “Clara”, hay varias versiones de por qué lo hacía, pero hay una que establece que era el nombre de su “chilla”. Los orígenes del apellido tampoco está muy claro, con aires románticos, hay una versión que explica que este vino a causa de un encuentro amoroso, un caballero la invitó a su mansión a cenar, y frente a esta había un letrero que decía “Villa Lair”. La leyenda expresa que tan pronto ella unió ambos cabos Mercedes decidió inmortalizar la epifanía, y estando frente a la mansión, decidió no entrar.


Como poeta Clara Lair se inserta en la tradición de la escritura femenina inaugurada por Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni, Delmirab Agustini y Gabriela Mistral dentro de la posmodernidad de las primeras décadas del siglo XX y cultivada poco después en Puerto Rico por Julia de Burgos, una figura influenciada en gran medida por la propia Lair. Su corpus poético se caracterizó por la representación de escenas puertorriqueñas cotidianas mediante el uso de coplas, sonetos y frecuentes versos alejandrinos. También fueron temas recurrentes de amor, feministas, existencialistas, pesimistas y eróticos. En sus temas eróticos Clara criticaba la hipocresía entre el rechazo que se le tenía a la mujer cuando esta quería expresar sus deseos eróticos, cuando a la vez se lo aplaudían al hombre.


Sus últimos años Clara lo vivió en la calle que ahora recuerda su nombre, es muy posible que ella sufría de una gran depresión clínica. Clara fumaba bastante y se encerró en su hogar, solamente permitiendo algunos visitantes, y a pesar de su estado de deterioro, se le recuerda por siempre querer hablar de poesía, y lo lúcida que era cuando lo hacía.


Trabajos de Clara:


1920: Un amor en Nueva York. (Colección de poemas de los años 1920 al 1928), libro que fue publicado póstumamente en 1979.


Al regresar a Puerto Rico publica sus trabajos más notables:


1937: Arras de Cristal. Recibió premios del Ateneo Puertorriqueño y del Instituto Puertorriqueño de Cultura. Considerado como uno de los grandes poemarios de las Letras antillanas

1950: Trópico Amargo y Más Allá del Poniente

1961: el Instituto de Cultura de Puerto Rico publicó un libro que incluyó una selección de sus poemas y además, en su revista, una selección de fragmentos de sus poemas "Memoria de una isleña" y "Últimos".


Desde su fallecimiento se le han dedicado numerosos homenajes tanto en Puerto Rico como fuera. En 1996 fue producido un documental acerca de su vida titulada “Una pasión llamada Clara Lair”, dirigido por cineasta puertorriqueña Ivonne Belén, el cual recibió una mención especial en el XVIII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, realizado en La Habana en 1996, y además de otros premios en festivales de Puerto Rico.


Existen además calles como la de San Juan: A partir del día 29 de marzo de 2000, la calle ubicada en el Viejo San Juan, frente a la Rogativa lleva su nombre. Esto se logra gracias a la gestión del Sr. Mario Negrón Portillo, Presidente de la Fundación Felisa Rincón. También se encuentran escuelas, festivales e instituciones dedicados a ella, entre los que destaca el Hogar Clara Lair, una organización sin fines de lucro que persigue la defensa de los derechos de las mujeres que no poseen sostén económico ni emocional.


Podcast por:

La Voz del Centro

#309 Clara Lair: misterio de una mujer ausente


Publicación adicional por

El Adoquín Times

Clara Lair: Una mujer apasionada






Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado



Casa Eduardo Georgetti/Villa Suiza


Para principios del siglo XX, en búsqueda de relajarse y descansar, muchas familias prominentes de la Isla construían casas de veraneo en los pueblos montañosos. Estos lugares, caracterizados por su clima fresco, gente hospitalaria, lejos del tumulto de la ciudad, brindaban a los extranjeros un respiro de sus tareas diarias. Fue así como municipios como: Adjuntas, Ciales, Aibonito, Cayey, Cidra y Barranquitas, se convirtieron en sitios claves para que estos construyeran sus casonas, quintas o villas.


En Barranquitas, aunque la mayoría de estas casas ya perecieron, todavía se conservan algunos prominentes ejemplos de estas. Entre ellas se encuentra Villa Suiza quien perteneció a Eduardo Georgetti.


Georgetti nació en Manatí el 11 de octubre de 1866 de padre de Córcega y madre puertorriqueña. Gran parte de sus obras ocurrieron en Barceloneta, fue un destacado agricultor y acaudalado industrial. Fué dueño de la Plazuela Sugar Company y fundó y dirigió, en unión con el Sr. Rafael Balseiro, padre de su esposa, la Sociedad Agrícola Industrial Balseiro y Georgetti, la cual se dedicaba al cultivo de la caña y a la fabricación de azúcar. Esta tenía su propio muelle que se utilizaba para transportar azúcar en barcazas a los barcos que esperaban en el océano. La empresa, que era el núcleo de su fortuna, era la principal fuente de ingresos y empleo de los habitantes de los pueblos. También fue un gran filántropo que ayudó a los hombres de artes y ciencias, y presidente del “El Preventorio Antituberculoso de Niños”.



Georgetti expandió su imperio de la industria azucarera comprando tierras y otras refinerías de azúcar. Entre las plantaciones de azúcar que compró Georgetti estaban Los Caños en Arecibo y Central Plata, en la que se desempeñó como presidente de la corporación. También era propietario de la segunda plantación de piña más grande de la isla y fue miembro de la junta directiva de varios bancos, incluidos el American Colonial Bank, el Banco Comercial de Puerto Rico y el Banco Nova Scotia.


Se destacó en la vida social y política del país desde fines del siglo XIX hasta las dos primeras décadas del siglo XX. Georgetti continuó sirviendo como alcalde de la Barceloneta de 1897 a 1898. Fue miembro del Partido Liberal de Puerto Rico, que apoyó al gobierno español encabezado por Práxedes Mateo Sagasta, que había prometido un gobierno autónomo para Puerto Rico.


Después de la Guerra Hispanoamericana, cuando Puerto Rico fue cedido a los Estados Unidos, Georgetti, junto con su amigo Luis Muñoz Rivera, Rosendo Matienzo Cintrón, Antonio R. Barceló y José de Diego, fundaron el Partido Unión de Puerto Rico. El partido ganó las elecciones en 1904 y Georgetti fue electo a la Cámara de Representantes de Puerto Rico. Este Partido de la Unión se opuso a la aprobación de la Ley Foraker de los EE. UU., que extendió todas las leyes federales de los EE. UU. a Puerto Rico y subsumió todo el cuerpo del código estatutario y reglamentario de Puerto Rico en el marco de la ley federal de los EE. UU. El Partido Unión también favoreció la adquisición de una mayor autonomía política para Puerto Rico, como vía hacia la plena independencia.



La Villa Suiza fue la casa de veraneo de Georgetti, de estilo Bungalow, se construyó alrededor del 1910, y fue sede de grandes reuniones políticas. En ella se hospedaban congresistas de los EE.UU., representantes y senadores de Puerto Rico, gobernadores de la Isla y de otros estados. Asimismo, era aquí donde Luis Muñoz Rivera, junto a su familia se hospedaban. La casa contaba con grandes jardines y distintos espacios para tertuliar y disfrutar de la naturaleza. Hoy día, es una residencia privada, propiedad del Dr. José Rivera Colón.


En 1916, el viejo amigo de Georgetti, Luis Muñoz Rivera, enfermó gravemente en la ciudad de Nueva York y regresó a Puerto Rico, quedándose en la casa de Georgetti para recuperarse. Georgetti citó a la esposa y al hijo de Muñoz Rivera, Luis Muñoz Marín, a Puerto Rico y les informó que padecía una infección que había comenzado en la vesícula biliar, antes de expandirse por todo el cuerpo. El 15 de noviembre de 1916 muere Muñoz Rivera durante su estancia en la residencia Georgetti. El automóvil Pierce Arrow de 1914 de Georgetti se utilizó en la procesión fúnebre del estadista. Junto con un grupo de amigos, Georgetti compró el periódico La Democracia de Muñoz Rivera y proporcionó a la viuda de Muñoz Rivera, Amalia Marín Castilla, una pequeña pensión mensual. La Democracia también proporcionó al hijo de Rivera, Muñoz Marín, un medio para publicar sus obras escritas. Georgetti también compró la casa de Muñoz Rivera en 1916 y la donó junto con el automóvil Pierce Arrow al pueblo de Barranquitas para que se conservara como monumento nacional.


Murió Don Eduardo Georgetti en su residencia en Santurce, en el año 1937, a los 71 años de edad.




* Foto por Carlos Velez de Los Amigos de La Cultura Barranquiteña


Fuente de info

Información facilitada por Carlos Velez de La Oficina de Cultura y Turismo de Barranquitas



Barrio Palo Hincado/Urb. Paseo de Torre Alta/ Posible Batey de Orocovix región Jatibonico


En el barrio de Palo Hincado, el arqueólogo estadounidense Irvin Rouse levantó un plano en 1936 de varios yacimientos taínos, incluyendo dos bateyes que posiblemente eran del cacique Orocovix. Rouse describe a este como una de 72 x 52 metros de modo rectangular orientado de este a oeste. La otra plaza, más pequeña, medía 33 x 15 metros y es posible que hubiese sido para su juego de pelota un gran complejo ceremonial sólo superado por el de Caguana en Utuado en cuanto a la complejidad de sus estructuras. Ocupa una amplia terraza en la ladera de una montaña, comprendiendo una plaza central, un batey y tres caminos que arrancan desde la plaza central en distintas direcciones, dos descendiendo a las quebradas que rodean el lugar por tres lados, mientras que el tercer camino sube en dirección del pico cercano. La formación de estos elementos estructurales requirió la modificación extensa del terreno por medio de excavación y/o acumulación de tierra, acomodando la misma en bancos elevados, a veces reforzados o delineados por hileras de piedras planas en posición vertical.


Lamentablemente, el desarrollo de estas tierras para la creación de esta urbanización conlleva su destrucción casi total en el 2001, aunque no sin antes haberse documentado extensamente e incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Actualmente, hay planes de excavar en varios de los montículos remanentes en el área.


Con la excepción de Palo Hincado, la ubicación de los otros sitios investigados por Rouse se han confundido con el paso del tiempo, quedando por lo menos 6 de estos sitios principales pendientes de relocalizar para dar paso a investigaciones adicionales. Desde entonces, se han identificado por lo menos 6 sitios arqueológicos precolombinos adicionales. Junto con Palo Hincado, estos sitios representan la ocupación de este territorio por los grupos Ostionoide y Chicoide desde los Períodos Agroalfarero.





Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado



Cueva del Indio de Barranquitas


Cueva con petroglifos perteneciente a la época de los grupos Ostionoide y Chicoide desde los Períodos Agroalfarero. Al momento de visitarla no encontramos los petroglifos, es posible que se encuentren aún más adentro de la cámara principal de la Cueva, ya que se encontraba una pequeña entrada que parece ser accesible si uno se arrastra hasta dentro de ella.






Fuente de info



El Cañón San Cristóbal y La Leyenda del Santo


Este Cañón se llama de tal forma, puesto que el ruido de las corrientes torrenciales chocando con las paredes de piedras este lugar les recordaba a los barranquiteños de la Leyenda de san Cristóbal, dado a esto se popularizó el dicho “El único quien puede cruzar ese río es San Cristóbal”.


Esta leyenda trata de un santo de Asia menor que fue martirizado entre los años 249 y 251 D.C. y a quien ya se le rendía culto en el Siglo V. Su nombre griego, que significa “el portador de Cristo”, hace referencia a una de las leyendas más populares de la tradición católica.


Esta dice así: San Cristóbal se llamaba originalmente Reprobus (otras fuentes lo llaman Relicto u Offerus), nacido en Sidón o Tiro como hijo de un poderoso rey cananeo. Al crecer se transformó en un varón de grandes cualidades amenazantes y masculinas y creció tan orgulloso de sí mismo que no se conformaba con servir a amos que no fueran dignos de él, por lo que se empeñó en ponerse a las órdenes del amo más poderoso de la tierra.


Dejando su tierra natal, Reprobus se puso primero al servicio de Gordiano, Emperador de Roma, empeñado por entonces en una guerra contra los Persas. Pero un día, en una de sus batallas, alguien nombró al diablo, y Reprobus se percató del terror que esta figura le causó a los soldados. Reprobus pensó entonces que ese tal diablo era más grande y fuerte que su rey, y se puso a buscarle entre sus seguidores, pero un día presenció cómo en un cruce de caminos éstos vieron una cruz, huyendo despavoridos para no pasar junto a ella; preguntó entonces “¿Qué es ese extraño símbolo al que tanto temen?”, y le contestaron que era la señal de los cristianos, porque en ella había muerto Cristo. Desde ese momento Reprobus comprendió que el rey más poderoso de la tierra tenía que ser ese mentado Cristo, pues aún muerto le seguían temiendo. En ese momento decidió dedicar su vida por entero a servirlo.


Tras peregrinar a Samos, provincia de Licia, Reprobus se encontró con un piadoso eremita, que le explicó que para servir a Cristo no tenía que hacer grandes obras ni ganar guerras, sino sólo servir cotidianamente a sus hermanos los hombres, preferentemente a los más pobres, débiles y necesitados. Como a poca distancia se encontraba un río de cierta profundidad, el ermitaño le aconsejó que, aprovechando su gran fuerza y colosal estatura, una buena forma de servir a sus semejantes sería ayudarles a cruzar el río. Reprobus no lo dudó, instaló una tienda junto al torrente y desde ese día empezó a ayudar a los que necesitaban cruzarlo.


Un día Reprobus oyó la voz de un pequeño niño, de unos cuatro años de edad, que lo llamaba para pedirle que le ayudara a cruzar el río. Reprobus de inmediato puso al infante sobre uno de sus hombros y comenzó a cruzar el río. Sin embargo, para su sorpresa, a medida que más se adentraba en las aguas torrentosas, el niño se hacía cada vez más pesado. Reprobus, alarmado, en ese instante comenzó a temer por su vida y la del infante, pues el peso se le hacía cada vez más insoportable y la corriente del río parecía que los iba a arrastrar a ambos en cualquier momento.


En ese momento Reprobus le preguntó al infante: “¿Quién eres, Niño, que pesas tanto que parece que llevo el mundo entero sobre mis hombros?”, a lo que le contestó el niño: “Has encontrado al rey que creó el mundo y mantiene el cosmos, me has servido en las obras piadosas, cuando ayudabas a los pobres a pasar el río, porque cuando los ayudabas a ellos me ayudabas a mí. Peso más que el mundo entero, pues soy el creador del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado. Desde ahora te llamarás Cristóforo, Cristóbal, el portador de Cristo”.


Fuera del “Folklore”, cierto periodo de la existencia de este majestuoso cañón no es tan encantador como digamos, ya que por años largos este sirvió como vertedero clandestino de 5 municipios en el centro de la isla. Ahora, gracias a la lucha educativa por varios sectores y grupos patrióticos, el 14 de febrero de 1974 la Junta de Calidad Ambiental prohibió la práctica de arrojar basura en este, y comenzaron los esfuerzos de su limpieza. Aunque todavía se pueden encontrar desperdicios como los remanentes de carros abandonados, todavía se puede apreciar la belleza de este accidente geográfico.





Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado




El Criollito


Considerado el restaurante más antiguo en operación en Barranquitas, el Criollito fue el negocio de don Fernando Mercado. Curiosamente, el negocio corría sin nombre y fue su compañero Víctor “Vitito” Ojeda quien le sugirió el nombre.




Fuente de info

Libro:Barranquitas Un Saludo más allá de su Bicentenario 2.ª edición por Antonio Vélez Perelez & Rosalía Robles Mercado








331 views0 comments

Recent Posts

See All

Comments


Post: Blog2_Post
bottom of page