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Writer's pictureRicardo ojeda

1752 San Sebastian

Updated: Jul 13, 2021

San Sebastián de las Vegas del Pepino: Est. 1752 por Don Cristóbal González. Ya para principios del siglo XVIII existían habitantes, pero este se convierte en municipio en el año ya establecido.


Su nombre se deriva de varios elementos:


Su primer nombre fue “Las Vegas”, nombre toponímico por su condición geográfica. Va a ser nombrado San Sebastián de Las Vegas del Pepino por Fray Íñigo Abbad y Lasierra cuando este lo describe a los fines del siglo XVIII. Lasierra fue hijo de Francisco Abbad y de María Teresa Lasierra, hermano menor del historiador Manuel Abbad y Lasierra, y estudió Filosofía en la Universidad de Zaragoza, y se hizo benedictino. Este fue nombrado en el 1775 por el nuevo obispo de Puerto Rico, fray Manuel Jiménez y Pérez, confesor y secretario de la diócesis. Lasierra luego publicará en España el libro “La Historia geográfica, civil y natural de la isla de San Juan Bautista de Puerto Rico”.


Lasierra le añade al nombre “Del Pepino” dado a su posición geográfica esta palabra es una coloquial que significa mogotes; el nombre fue oficialmente acortado a “San Sebastián” en el 1869.


El uso del nombre de este Santo se origina a una leyenda, esta relata que San Sebastián Mártir se apareció en el pueblo, acto que atrajo un sinnúmero de fieles para presenciar tal milagro, y por tal razón, el municipio se le llama así. San Sebastián fue un mártir convertido en santo, este se negó rotundamente a renunciar su fe cristiana cuando lo encontraron convirtiendo a soldados dentro del ejército del emperador romano Diocleciano. Este fue condenado a muerte a flechazos por un escuadrón de arqueros, al sobrevivir su sentencia y luego de que fuese curado por amistades, este le hizo frente de nuevo al emperador, y fue sentenciado a muerte por segunda y última vez.


San Sebastián es el santo patrón de los arqueros (irónico), y de atletas que quieren tener una muerte santa, se le invoca para prevenir pestes y pandemias, especialmente la de la peste bubónica, y el día de su celebración es el 20 de enero.


Este municipio se benefició grandemente de la Cédula de Gracia del 1815 y por las inmigraciones que venían de las Américas dado a su liberación por Simón Bolívar, dado a este, llegaron muchos venezolanos a Puerto Rico y San Sebastián. Inmigrantes con gran capital llegaron al municipio y se expandió monumentalmente el cultivo de caña de azúcar, café, algodón, tabaco, arroz, frutos menores y la ganadería. Esta prosperidad económica hizo que, sufriera varias secesiones de tierras para la creación de otros municipios: Añasco (1820), Lares (1828) y Las Marías (1861)



Censo de Población:

Para fines del XVIII: Lasierra menciona que este tenían una iglesia muy pobre con 17 casas y 190 familias que la mayoría vivía en bohíos.

1828: Se encontraba unos 8,632 habitantes con 415 esclavos. En el pueblo había unas 78 casas y un bohío. En el campo se encontraban unas 550 casas y 557 bohíos.

1899: Se encontraban unas 16,412 habitantes.

1970: Se encontraban unas 30,157 habitantes

1990: Se encontraban unas 40,220 habitantes


Economía:


S.XVII - XIX: Su economía fue totalmente agrícola. En sus vegas y campos se sembraba plátanos, maíz, yuca, algodón, batatas, y el café. Había unos 54 trapiches y 4 alambiques y 2 molinos de cafe. También se destacó su crianza de ganados, teniendo más de mil cabezas de ganado, bueyes, vacas, caballos, cabros y cerdos.

S. XX: Dado al impulso de la caña, se crean las centrales: Sóller, Río Llano y La Plata.

S XXI: Este es unos de los municipios más activos en la agricultura en Puerto Rico, todavía se siembra cana, plátanos, guineos, cafe, chinas y frutos menores, y todavía sigue la ganadería que incluye ganado para carne y producción de leche. También se encuentra varias fábricas que producen cemento, metal, ropa y otros. Existe también una economía de artesanía que se dedican a la producción de hamacas, esteras, santos, e instrumentos musicales



Fechas destacadas:

1839: Se construye la primera Casa del Rey

1856: Epidemia de cólera arrasa con la población

24 de septiembre 1868: La batalla del Pepino

1895: Se edifica en el 1895 una nueva parroquia en los cimientos de las otras.

1898: La Batalla del Guacio

17 de febrero 1899: Incendio consume parte del pueblo, conocido como “El Fuego Castañer”

1899: Huracán San Ciriaco severamente afecta al pueblo, este salió por aquí hacia el mar.

31 de marzo 1906: Incendio en el Pueblo de San Sebastián

1918: Terremoto azota fuertemente al pueblo, se pierde la casa alcaldía, la chimenea de Hacienda la Fe, entre otros edificios.

1969: Cesa de operar Central Soller

1970: Cesa de operar Central Río Llano

1996: Cesa de operar Central La Plata


Excursión virtual de San Sebastián por

El Turistologo

https://www.youtube.com/watch?v=w-TSmtZqZ28



Fuente de info:

Libro: Historia de los Pueblos de Puerto Rico por Jose A. Toro Sugranes

Libro: Puerto Rico: Que Grande por Héctor Sánchez “El Turistologo”




Central Azucarera “La Plata”


La central Plata estaba localizada en el barrio Guatemala de San Sebastián, al sur del Río Culebrinas. Esta central se incorporó en el 1910 bajo la presidencia de Eduardo Georgetti y la familia Abarca. Esta central fue el mayor proveedor de empleos para los Pepinianos. En su primer año pudo producir 1,500 toneladas de caña con 40 colonos. La central fue transformada luego del huracán de San Felipe (1928) al cambiar la economía de la zona de cafetalera a cañera. Para 1932 tenía 240 colonos y en el 1935 tenía una capacidad de molienda de 500 toneladas diarias, para el 1948 entró en un periodo de mecanización para abaratar costos y poder producir más y en el 1952 pudo producir 557,700 toneladas con 1,600 colonos, llegando a su pico en el 1960 donde molieron 670,295 toneladas de caña. Para el 1964, aumento a 5,000 toneladas diarias y al llegar al 1970 produjo 43,876 toneladas de azúcar.


En 1971 la Corporación Azucarera la arrendó por 300 mil dólares anuales y en 1976 la compro por 4.7 millones. La Plata tenía en 1996, 4,613 cuerdas y molía 2, 398 toneladas diarias.Ahora, la mecanización recibió reto tras reto dado a la topografía de San Sebastián que en fin dificultaba bastante su proceso. Tampoco ayudó el sistema de cuota que tenía los Estados Unidos en Puerto Rico gracias a la Ley Jones del 1935, que por consecuencia entre 150,000 y 160,000 toneladas de caña no fueron procesadas. Esta causó la paralización de las renovaciones, la disminución de los cultivos y la reducción de la calidad de la caña obligando a la administración a operar solamente fincas de su propiedad y otras mediante arrendamiento, ya que muchos colonos se vieron forzados a abandonar la producción de caña. La Plata siguió innovando e implementando nuevas técnicas para abaratar costos, incluyendo un tanque que ayudaba reciclar el agua que utilizaba disminuyéndole la carga al río culebrinas, algo único en la isla, pero en fin sufrió todos los golpes de la moribunda industria azucarera cesando operaciones en el 1996, tampoco ayudo las malas condiciones en que se encontraba la maquinaria y el edificio que albergaba. En fin, dejando a una porción enorme de pepinianos sin trabajo.


Para el 2018 el representante del PNP, Félix Lassalle Toro, anunció la presentación de una medida dirigida a investigar el estado físico de la histórica Central, con el objetivo de determinar el riesgo que esta representa para los ciudadanos dado a su estado avanzado de deterioro y de designar un área que no ponga en peligro la población para el desarrollo del turismo. En 1999 el Instituto de Cultura Puertorriqueña autorizó a una compañía de reciclaje para que demoliera el interior de la central y vendiera todo el material recopilado, como el hierro.Las gestiones han sido paralizadas en varias ocasiones y se desconocen las razones. Además, en un pleito judicial, el municipio de San Sebastián llevó al tribunal a la compañía para tratar de detener la demolición de la estructura, que representa parte de la historia del pueblo.



Vista de Central La Plata desde un Drone


Grabación de un día laboral en la Central La Plata


Mapa de Centrales Azucareras en PR

Lista y descripción de Haciendas y Trapiches en PR https://jaimemontilla.com/sugar-mills https://jaimemontilla.com/trapiches


Fuente de Info:





Casa Museo Doña Maria Luisa Rodríguez de Negrón/Doña Bisa

A raiz del incendio del `1906, esta casa fue construida en el 1914 bajo la orden de la Sra. Violante Rabell en los terrenos de la antigua casona. Su esposo fue el último alcalde de español de San Sebastián el Sr. Manuel Rodríguez Cabrero, quien renuncia el mismo día que los estadounidenses llegan a San Sebastián de forma pacífica y digna. Esta casa fue la primera en ser construido en hormigón armado y reforzado y fue la primera en tener un generador eléctrico en San Sebastián.


Esta es una residencia estilo palacio donde en su interior representa dos colecciones principales: En el primer nivel se puede observar mobiliario de la época de 1850 al 1920 con lámparas antiguas, y en su segundo nivel se encuentra la Sala Histórica de San Sebastián información, desde la prehistoria y la época precolombina, hasta la fundación del partido de San Sebastián en 1752 y el cambio del régimen de la Corona Española a la nación de Estados Unidos, hasta el presente.

Esta información es presentada mediante arte gráfico y se complementa con piezas de exhibición histórica y elementos audiovisuales, incluyendo el uso de monitores que proyectan fotografías, documentales y música pepiniana. También existe un espacio de galería artística, el cual exhibe obras de arte de artistas pepinianos, desde pinturas hasta esculturas y se ofrece, un recorrido a través de los jardines de la residencia. En su arquitectura nada más posee un valor inmenso y es una figura prominente a su patrimonio.

La casa de Doña Bisa fue adquirida por el municipio de San Sebastián bajo la administración del alcalde Javier Jiménez en 2007, pero no es hasta el 2012 que se convierte en el Museo de Historia Pepiniano, luego de diversas remodelaciones. Al presente la edificación cuenta con la recreación de dos habitaciones: la principal y la de la servidumbre, dos baños (para las funciones anteriores), un estudio personal, la cocina, el fogón, el jardín, la sala, el salón comedor, y una biblioteca.






Fuente de info:

Folleto Lugares de Interés de San Sebastián

Folleto Museo de Historia de San Sebastián


Paseo 24 de Septiembre-Batalla del Pepino

Asaltado, tomado y proclamada la Independencia y Repúbli­ca de Puerto Rico en el pueblo de Lares, los revolucionarios, al mando de Don Manuel Rojas, se dirigieron al Pepino por la calle del Comercio, ahora Hostos, con el propósito de liberarla, tomar el Cuartel de Milicias, posesionarse de los edificios públicos y constituir el gobierno provisional. Cuando las tropas rebeldes se aproximaban al barrio de Piedras Blanca, del Pepino, el español, Joaquín Sosias, abandona su establecimiento y echó a correr hacia el pueblo, gritando: “Ahí vienen los insurrectos. “Nos matan, nos matan. “Cierren pronto.” Los gritos de Sosias alarmaron y consternaron la población. Los vecinos de la calle del de Hostos, cerraban sus casas, en preparación del tiroteo.

Las tropas de milicias, que se encontraban entre 12 a 15 hombres, estaban al mando del Sargento 1ro, Don Elías Suárez, quien respondía el Jefe don Miguel San Antonio, arremeten, y se enfrentan a los revolucionarios y entre ambos sostienen un breve tiroteo, en medio del cual las tropas rebeldes pudieron llegar hasta la plaza, frente a la Iglesia, en donde continuó con más ardor la lucha.

Mientras tanto, el Alcalde de Aguadilla, don Jacinto García Pérez, enterado ya de los sucesos ocurridos en Lares, salió de Aguadilla como a la una de la ma­drugada, deteniéndose en Moca, a causa de los malos caminos, hasta las 5 de la mañana, que salió para el Pepino, llegando aquí a la 8 de la misma. Poco después de su llegada tuvo lugar el ataque. Por todo el pueblo solo se oían voces de “ Mueran los Españoles” “ Viva la In­dependencia”. Muera la Reina.” “Viva Puerto Rico libre.”Parte de las tropas de Rojas abandonaron el campo de ac­ción al ser atacadas por los milicianos, y los restantes, al enterarse de los refuerzos de Aguadilla, se desbandaron, y abandonaron la plaza antes de caer en poder de las fuerzas leal a España.

Cuando los revolucionarios recibieron la orden de retirada, luego de aceptar que les sería imposible por el momento tomar el pueblo, el pepiniano Venancio Román quedó atrapado ante el fuego de las milicias españolas. En vez de rendirse y dejarse apresar decidió batirse con el enemigo y dejar la siguiente frase para la historia: “yo he venido a pelear, no he venido a huir…! Viva la libertad de Puerto Rico!” Otro pepiniano, Casto Santiago del barrio Pozas, también murió en la batalla desarrollada en la plaza, entre los heridos se encuentran Clemente Borrero Borrero y Aniceto Ahorrio, y ejecutado por los mismos rebeldes, un amigo de Rojas, el Brigadier General venezolano Agustín Venero, por desobediente. Como prisioneros, entre otros, a los Sres. Pancho Méndez, a su hermano Nepomuceno, a quien llama­ban “Prim Chiquito”, a los hermanos, Rodrigo, Ramón, Manuel y Miguel Font Medina, a Ulpiano, Justo y Avelino Méndez Martínez Estos tres últimos permanecieron pocas horas en prisión y los precedentes fueron llevados a la cárcel de Aguadilla, permaneciendo ei ella algún tiempo.

Como resultado de los hechos del Grito murieron en combate cuatro revolucionarios, seis heridos y siete prisioneros.

El gobierno español desató una incansable persecución contra todo aquel que participó en el Grito, arrojando un saldo de cuatro muertes adicionales y 551 encarcelamientos. No hubo compasión con los prisioneros. Algunos fueron torturados y vejados, otros, a consecuencia de un discriminado hacinamiento, murieron de fiebre amarilla. El número sobrepasa los 80. Sin embargo, algunos datos históricos arrojarán una cifra mayor de la centena. Este hecho no puede pasar desapercibido, ya que arroja que es el Grito de Lares la razón política que más muertes ha causado directamente en suelo patrio. Evidencia de la participación pepiniana son las estadísticas de los arrestados vinculados a la gesta, el 8% de estos residían en Pepino, cifra solo superada por el 31% de los lareños y el 29% de los mayagüezanos. Sin embargo el por ciento mayor de los arrestados había nacido en Pepino, cantidad que superó a Mayagüez y Lares.




Fuente de info Libro: Boceto Histórico del Pepino por Andrés Méndez Liciaga https://ssdelpepino.com/participacion-del-pepino-en-el-grito-de-lares/


Plaza de Identidad Pepiniana

Espacio dedicado a la celebración y a la preservación de la memoria cultura pepiniana a través de sus más grandes exponentes ilustrados con una selección de más de 70 nombres que retoma, todas las diversas disciplinas, política, cultural, deportiva, laborar, civil, entre otros, que aportan de una manera u otra a la historia e identidad pepiniana. Cada placa, cuyo diseño de cristal con grabados y dibujos fueron realizadas por varios artistas nacionales, como el arecibeño Miguel Ángel Santiago y los pepinianos Ramón Soto Ríos, Edwin Cabrero y Gustavo Santiago, incluyen la biografia y los logros de la persona u movimiento seleccionado. A través de las mismas se puede apreciar el desarrollo de la historia pepiniana . La plaza cuenta con una fuente, y un restaurante muy reconocido en el Pepino, “Brazas”.




Fuente de info Folleto: Diez lugares de interés de San Sebastián http://www.kooltouractiva.com/kooltouractiva/tour/tour-istiando/271-plaza-de-la-identidad.html


Casa Font y Echeandia

Localizado justo al frente del Museo de la Hamaca, se encuentra lo que lo más probable sea, la casa más antigua todavía en pies del San Sebastián.

Este edificio fue el regalo de bodas que le hizo el padre de Don Cheo Font al matrimonio de su hijo con su esposa Evarista Echeandía para el año 1890. Construída en dos niveles de mampostería, de líneas neoclásicas y galería arqueadas. Típica en su distribución con un solo espacio abierto en la primera planta que sirvió de almacén y residencia en la segunda planta. La casa fue obra de Felice, un arquitecto francés. En 1898, tras la invasión de Estados Unidos a Puerto Rico, soldados del ejército tuvieron refugio y cobijo allí. Ha sobrevivido los embates de los tiempos y catástrofes. Con el pasar de los años albergaron en la parte baja un almacén de cítricos y de bebidas y un almacén de uno de sus hijos. También ubicaron una mueblería, un espacio de cultos y finalmente el taller de Utuado Electronics. Con el transcurrir del tiempo su interior y exterior ha sufrido cambios comparados con el de sus orígenes.

Lamentablemente, hasta el día de hoy, este edificio está abandonado



Fuente de info: Administrador de la página “San Sebastián del Pepino y Su Gente” : Rubén Jiménez




Museo de la Hamaca


El primer registro escrito sobre la hamaca proviene de los diarios de Colon y data del miércoles 17 de octubre de 1492. Ese día, Colon y sus hombres visitaron una de las islas en los galápagos llamado Fernandina, donde encontraron que las casas de sus habitantes “era de dentro muy barridas y limpias, y sus camas y paramentos de cosas que son como redes de algodón”. San Sebastián está considerado en el mapa artesanal de Puerto

Rico, como uno de los pueblos representativos del milenario arte de tejer hamacas. No es de

extrañar que dada esta realidad San Sebastián se convirtiera en la sede de una de las más importantes actividades culturales. Algunos de los objetos cotidianos de los taínos fueron

incorporados por los españoles en su diario vivir, como la hamaca, red que colgada por los

extremos sirve de cama. Los navegantes españoles reconocieron la utilidad de esta

y la comenzaron a utilizar en sus embarcaciones. Hoy día, la hamaca es un objeto muy

Popular en la cultura puertorriqueña.


El museo está localizado en lo que una vez fue la antigua escuela*, esta perdió su segundo piso dado al terremoto del 1918. En el museo se puede apreciar los dos tipos principales de hamacas que se hacen en Puerto Rico: la que están hechas de cordoncillo de algodón blanco, y las de maguey. En las de cordoncillo, el cordón se compra blanco y es tenido por los artesanos den sus talleres. Las de maguey tienen un proceso más laborioso porque hay que cortar la hoja, extraer la fibra, entrelazar el hilo, limpiarlo y pintarlo para luego tejer la hamaca. Por consecuencia, este tipo de hamaca está en peligro de extinción. Además, guiado por un artesano hamaquero podrás apreciar y participar en el proceso de tejer hamacas.



Fuente de info: Folleto: Festival de la Hamaca v.2020



Hacienda la Fe y Museo Agrícola


Fue uno de los primeros ingenios azucareros en San Sebastián, empezando con azúcar, también este ingenio proceso cafe, y algodón. En el primer piso se encuentra el cuarto de máquinas que contiene todavía maquinaria original de la hacienda así como información general de estas. En el segundo piso se encuentra un museo agrícola con información general de la época del café y de la caña y artefactos de la época donde la mayoría de estas fueron donadas por el Sr. Edgardo Nieves y su esposa la Sra. Cruz Quiles. El museo es uno de los pocos remanentes originales de la época, esto se debe a que en el 1928 el Huracán San Felipe destruye gran parte de la Hacienda y la Casona se piensa que se pierde para el 1960. De lo que sobrevive, también en las periferias del restaurante, se puede observar los remanentes de una grúa que se utilizaba para montar la caña en vagones.


Antes de ser “La Fe”, esta hacienda originalmente fue llamado Hacienda “La Echeandia” y fue establecida en el 1822 por Juan Bautista Echeandía, un español vasco que pudo huir de Venezuela luego que el ejército español fuese derrotado en la guerra de independencia del país, en el acto, también abandona sus haciendas de algodón y café. Los Echeandias están ligados al desarrollo agrícola de San Sebastián desde el 1823, y se distinguieron en ser partes de las familias que más se distinguen por su riqueza, talento y preponderancia.


El terreno le pertenecía originalmente a Lucas Martínez, un probable descendiente de los fundadores del pueblo pepino y hombre que tenía el título de “Teniente a Guerra” que servía como el representante del gobernador. En sus inicios, la hacienda producía café, plátano, algodón, caña y arroz con la maniobra de 43 esclavos para el 1829. La propiedad luego estuvo brincando de mano en mano tanto como de herederos Echeandia como de otros después de la muerte de Juan, y no va a ser hasta el 1875 donde cae de nuevo bajo un heredero de sangre Echeandia que la hacienda prospera hasta en 1897 cuando el precio del café baja.


La hacienda recibe otro golpe con la Guerra Hispano-Americana y otro más en el 1899 con el Huracán San Ciriaco y aunque se estabiliza el precio de café de nuevo, el sistema tarifario de Estados Unidos, implantado en Puerto Rico desde la ocupación, impidió que el café de Puerto Rico conservara sus antiguos mercados y el hecho de que los Estados Unidos solo consumía el azúcar de Puerto Rico, pero no su café no ayudaba al caso (Los EE. UU. tomaban el café brasileño, reportadamente de baja calidad.)


Con el cambio de soberanía, vino la inversión en la caña a nivel isla y a la hacienda se le añadió la construcción de su propio trapiche y de la chimenea en el 1910 que todavía se conserva luego de ser reconstruida en el 1932 dado al terremoto del 1918. A este nuevo ingenio se le llamó “La Fe”. El mismo año que construyen su trapiche fueron obligados a proveerle caña a la Central La Plata, acto que tanto ellos como otros ingenios aceptaron reaciamente. En fin los hacendados de San Sebastián no pudieron competir con la calidad que se exigía, ya que ellos querían seguir utilizando las prácticas del siglo 19, y esto incluye a Hacienda La Fe. Sin embargo, esta hacienda siguió operando, aunque siempre endeudada hasta el 1936, en este año fue comprada por el principal accionista de la central en ese momento, Ángel Abarca Portillo y la siguió operando hasta el 1942. Este luego lo dona a sus 5 hijos que entonces lo arriendan a los esposos Jose Luis Cancio y Narcisa Maria Rodriguez Rabell en el 1949.



Luego de décadas de abandono, fue restaurado en su totalidad en el 2010 por el municipio autónomo de San Sebastián y actualmente es un restaurante y museo y las facilidades cuentan con una pista de patinaje, columpios, zip-lining, “hiking trails”, cancha de tenis y gacebos





Publicación adicional por:

@Paraquenomecuenten


Fuente de info:

Folleto de lugares de interés de San Sebastián

Folleto de Hacienda La Fe

PowerPoint: De Hacienda la Fe a La Plata



Leyenda del Salto Collazo

La leyenda recuenta los actos de un cazador y agricultor de apellido Collazo, y de su mala fortuna en este salto. Collazo andaba cazando y pescando en las Vegas del Pepino corriendo la rivera de la quebrada Cañas, y de momento este avista a un cerdo salvaje. En esta quebrada y pendiente de la Sierra de la cuadra, se encuentran tres cascadas; una como de 660 pies de elevación. La otra tiene menos altura y su salto es más ancho y la otra sigue el mismo orden, pero con menos elevación. Collazo fue tras el cerdo, pero el animal defendió su vida y resulta que este entonces le dio una corrida furiosa al cazador. Collazo buscó refugio trepándose en un árbol, pero sus ramas no pudieron aguantar el peso de este. Las ramas cedieron, y Collazo cae a la poza de la cascada. El cerdo no perdonó al cazador, lo busco, y ahí mismo le dio muerte a Collazo.

Desde entonces se conoce el lugar como el Salto Collazo, aparentemente existen otras narraciones en esta área de diversos temas, pero no he podido encontrar sus detalles. Pero leyenda aparte, es un salto sumamente accesible y reconocida por todos quienes visitan a San Sebastián por la carretera 111.













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